Hoy le he visto después de tres semanas. No llevaba la sudadera de siempre. No le reconocía hasta que el miro durante un instante y nos permitió pasar antes de seguir con sus truquitos de skater. No debería haberme ido a casa. Pero hacía demasiado frío para sentarse en el banco y ver como se motivan. Me gusta ver como se motiva. Me gusta que me dedique su mirada un mínimo de tres segundos cuando yo sornio. Me gusta lo nerviosa que me pongo cuando le veo. Me gusta el chico del skate. Me gusta ÉL.
Att: Shines
No hay comentarios:
Publicar un comentario