Café.

Ella se sienta en su mesa de siempre. Pide un café Moca como cada viernes. Observa la puerta impaciente. Llega tarde. Son más de las siete y Él aún no ha aparecido ¿Dónde está? Decide sacar su libro favorito y continuar con su lectura. Corazón de tinta. Alza la vista para comprobar que Él aun no a echo su entrada. Las amigas de Ella pasan de largo observando a su angustiada amiga. Baja la vista de nuevo al libro y continúa leyendo. Su corazón late a una velocidad imposible. Entonces alguien la da un ligero golpecito en el hombro con el dedo. Ella se gira. Es Él. Llevaba meses esperando a que se fijara en ella. Algo falla, no están sus colegas. Ha venido solo. ¿Dónde está su skate? No importa. Decide guardar el libro en el bolso con las manos temblorosas y le sonríe. Él, sin pedir permiso, se sienta frente a ella y da un sorbo de su café.

-Ese es mi café –protesta Ella haciendo pucheritos.

-Nuestra cita, nuestro café.

-¿Dónde has visto que la chica pague en la primera cita?

-No me gustan los tópicos –dice Él con aires despreocupados.

-No me gusta que llegues tarde –protesta Ella.

-No sabía si te encontraría aquí.

-Claro que lo sabías, me ves aquí sentada viernes si y viernes también.

-¿Preocupada por mi retraso?

-Mucho.

-¿Celosa tal vez? –dice Él mordiéndose el labio.

-No.

-¿Segura? –dice Él alzando su ceja derecha.

-Soy más guapa que todas tus amiguitas.

-Egocéntrica.

-Mucho.

-Me encanta.

-Bésame.

-Pensé que no me lo pedirías nunca.

Y entonces ocurrió Él se inclinó sobre la mesa de la cafetería. Sus labios y los de Ella se rozaron con suavidad. Un escalofrío recorrió la espalda de ambos. Se besaron. Se dejaron llevar por el espíritu de la Navidad y la magia del momento. Él y Ella no necesitan nombres. Son dos espíritus libres. Dos almas que se complementan.

Att:Shines

Carencia de imaginación.

¿Principes azules?, ¿unicornios?, ¿madrastras malvadas?.
Es fantástico vivir en el mundo de los sueños y la fantasía donde cualquier disparate se hace realidad. Yo vivo en una casa de jengibre y viajo en un caballo que surca el cielo a la velocidad de la luz. Mis ojos son violetas y me pelo, más rubio si se puede imaginar.

¿Pero cual es la realidad?
La realidad es que yo no vivo en una casa de jengibre, vivo en un piso céntrico y no tengo un caballo que vuela. Mis ojos son azul cielo y apenas puedo distinguir el color de mi pelo.

Att:Shines

Airplanes estará en contra de esto.

Lo primero, pero no menos importante... Feliz Navidad.
Hoy me he levantado con una radiante sonrisa, a pesar de no haber dormido mis diez horas diarias pegué un salto de la cama y corrí hacia el salón. Un montón de regalos se apilaban en el sofá y mi familia me miraba sonriente. Me acerqué y los abrí uno por uno, entonces, vi una cajita, estrecha y cuadrada, con aspecto de CD, al abrirlo, lo vi por detrás y el corazón me dio un vuelco. My worlds the collection. Pero hay no acababa todo, le di la vuelta y entonces mis manos comenzaron a temblar, la sonrisa se agrandó y las lágrimas brotaron de mis ojos, estaba firmado de ese dichoso color plata con tres fotos de aquel frío y lluvioso Veintinueve de noviembre.
Escuché atentamente las palabras de mi madre:
''¿Recuerdas los CDs que no se firmaron? Pues bien, han viajado miles de kilómetros hasta Estados Unidos, ÉL, los firmó y volvieron a España una semana después pero... Navidad era el mejor momento para dartelo''.

He recibido el mejor regalo de Navidad, un pedacito de su alma, un pedacito de su felicidad, un pedacito de Justin Bieber.

Att:Shines

Autobiografía no autorizada.

Nunca dije que fuera perfecta. De echo tengo muchísimos defectos. Defectos que me hacen adorable y encantadora, entre ellos, como podéis ver, el ego, un gran desconocido para muchos, pero al que me gusta pasear en los días en los que hay que forzar esas estúpidas sonrisas y hacer como si todo fuera bien. Pues no, no todo va bien. Soy una egoísta. Antipática. Desagradecida. Contestona. Y con un carácter que me pierde. Pero no me importa, me da igual, no necesito ser perfecta.
Soy una adorable rubia de ojos claros imperfecta y bipolar.

Att:Shines

Es más que una madre.

No voy a hablaros de princesas, de chicos, ni de unicornios, esta noche, voy a hablaros de una bellísima mujer. Una mujer que lleva criando a una chiquilla desde que tenia tres meses. Una mujer que no tenia la obligación de hacerlo. Una mujer que convirtió a esa niña en mujer, que la enseñó a hablar, la enseñó a andar y a ser persona. Esa mujer responde al nombre de María Amelia Montserrat Novo Lopez, pero yo, la llamo Yaya.

Att:Shines

El chico del skate.

Hoy le he visto después de tres semanas. No llevaba la sudadera de siempre. No le reconocía hasta que el miro durante un instante y nos permitió pasar antes de seguir con sus truquitos de skater. No debería haberme ido a casa. Pero hacía demasiado frío para sentarse en el banco y ver como se motivan. Me gusta ver como se motiva. Me gusta que me dedique su mirada un mínimo de tres segundos cuando yo sornio. Me gusta lo nerviosa que me pongo cuando le veo. Me gusta el chico del skate. Me gusta ÉL.

Att: Shines

No eran Skaters, pero los amaban.

Ellas nunca se habían subido a una tabla, ni tenían la intención de hacerlo, eran de huesos frágiles, y odiaban las cicatrices. Se pasaban horas y horas sentadas en el mismo banco, lloviera o nevara ellas estaban allí esperando a que los chicos bajaran con sus skates y las alegraran cada deprimente día del año.

¿Estudiar? No, eso no iba con ellas, eran dos caras bonitas, cada cual con una sonrisa más deslumbrante, una de ellas con una larga melena rubia y la otra con una revuelta pero brillante melena color chocolate.
Pero no siempre una cara bonita, es el reflejo de la ignorancia.

Att: Shines

Solía llamarla Mema.

Todo empezó un verano de 2009 con una conversación de tuenti entre dos adolescentes. Ella se convirtió en mi mejor amiga, en la más importante para mi, por la que lo arriesgaría todo. Pero un año después de sonrisas, abrazos, y amistad, me di cuenta de lo muy equivocada que estaba. No creo que el nombre de la chica sea lo más importante, ella sabe quien es si algún día, se digna a leerlo,aunque mucho lo dudo ya que perdimos todo tipo de contacto la una con la otra, pero yo solía llamarla Mema.
Digamos, que Mema, tenia otra forma de comportarse diferente a la mía, yo soy ese tipo de persona a la que no le gusta presionar a la gente con sus problemas y espero pacientemente a que ellas mismas los cuenten, pero ella, se esperaba otra reacción de mi.
No diré que fue fácil olvidarme de ella, ignorarla y enterrar todos los recuerdos, porque no lo fue, pero dicen, que lo último que se pierde es la esperanza, y yo, no la perdí, miré a mi alrededor y me di cuenta de que allí estaba toda la gente a la que yo llevaba ignorando un año, y que ellas, seguían allí, esperando a que yo abriera los ojos por mi misma, ya que ellas, no fueron capaces de abrírmelos. Una feliz historia con un triste final, un final, un final... no tengo palabras para calificarlo, pero, me alegro de que esta historia acabara tal y como acabó. 

-No hay ciego peor que el que no quiere ver.

Att: Shines

Diciembre.

-Me voy, llego tarde, he quedado con... ÉL.
En ese momento se escucha la voz de dos chicos riéndose a carcajadas y las ruedas de los skates, uno de ellos continua tras despedirse de su colega, el otro se para, le da un ligero toque a su tabla con el pie y esta se eleva, él la coge al vuelo y la sitúa bajo su brazo, se aproxima a su chica y la rodea la cintura con el brazo que le queda libre.
-No te esperaba aquí.
-Sabes lo mucho que me gusta sorprenderte.
-¿Nos vamos? -pregunta ella con los ojos brillantes-.
-Si, aún quedan muchas sorpresas por delante.
La pareja se aleja, pero la mejor amiga de la chica, grita tras ellos.
-¡Nena!, relaja la pelvis -dice mientras ríe a carcajadas-.
Ella se ruboriza y oculta su rostro en el pecho de su chico, el sonríe y continua caminando a su lado, pero derrepente se para en seco y señala un edificio de los suburbios de la ciudad.
-¿Que hacemos aquí?, vámonos por favor, me da miedo.
-Espera y verás.
Suben unas escaleras sucias y desgastadas, él, saca una llave del bolsillo y abre uno de los apartamentos, no muy amueblado pero acojedor, con un árbol de Navidad en el centro y todo lleno de cajas con adornos navideños.
-Feliz Navidad.
-Pero aun no es Navidad, faltan dos semanas.
-Papá Noel se ha adelantado.
-¿Me has comprado una casa? -dijo ella emocionada-.
-No, solo es nuestro pequeño apartamento, para que podamos estar juntos, ven, vamos a colgar las luces.
Él la cogió de la mano y ambos se sentaron en el suelo desenrredando las luces, las cuales les traicionaron y enredaron. Él la besó. Ella le quito la camiseta. Él la tumbó sobre el. Ambos sonrieron y la magia del amor y la Navidad invadió la humilde estancia.

Att:Shines

No pienses, solo actua.

Nunca supe mantener las situaciones bajo control y esto no va a ser una excepción, no se trata de cualquier situación, si no de algo más fuerte, algo capaz de derrotarme... toda clase de pensamientos revoloteando en mi cabeza, como las mariposas en mi estomago.
Tengo varias posibilidades, una de ellas es dejarlos volar, dejar que las palabras fluyan y me arruinen la existencia, otra callarme, tragarme mi carácter y guardarme mis ideales en el bolsillo.
Tras largos minutos deliberando es hora de anunciar el veredicto, voy a ser yo misma, a pensar y a actuar como cualquier adolescente de quince años, pero como nunca me gustó ser como los demás, todo esto lo acompaño de una personalidad arrolladora, una sonrisa dulce y unos bonitos ojos verdes.

¿Perdona?, ¿me hablas a mí? Lo siento, mi propio ego me absorbe, vuelve más tarde con mi corona de princesa y tal vez, te dedique un par de minutos de mi maravillosa vida.


P.D: Cuida tus palabras y tira de tu ego cuando el cuerpo te lo pida.

Princesas, cuentos de hadas y tortitas.

-Despierta princesa.
-No me llames princesa -dijo ella tapándose con las sabanas-. Las princesas son guapas y tienen una corona.
-Cierto, no eres guapa.
-¡Lo sabia! -dijo ella pegando un salto de la cama- ¿cuando pensabas decírmelo?.
-No eres guapa, ni preciosa, ni perfecta ¿era eso lo que querías oír?.
Ella, suspiró y agachó la cabeza.
-¿Y ahora que te pasa? -dijo él frunciendo el ceño-.
-Yo no creo en los finales felices.
-¿Quien ha dicho nada de finales felices?.
-Captado, haré las maletas -dijo ella tambaleándose sobre sus tacones-.
-Lo siento pero yo tampoco creo en los finales felices -dijo él sonriendo-.
-¿Te estas oyendo?
-No, apenas puedo oírme pensar con tus quejas y tus lloriqueos, y ahora te suplico que me escuches porque solo lo repetiré una vez, no te quiero... daría mi vida por ti, no eres una princesa cualquiera, eres mi princesa y no creo en los finales felices, porque cuando quieres a alguien, tanto como para abandonarlo todo por ella, no existe un final.
Ella no dijo nada, se limitó a sonreír y mirar por la ventana.
-¿Que quieres para desayunar princesa? -dijo el acercándose por detrás y tomándola por la cintura a la vez que apoyaba su cabeza en el hombro de la chica-.
-Tortitas con chocolate y caricias en el cuello.
-Lo siento, no tenemos tortitas, pero tenemos algo mejor.
-¿Ah si? -dijo ella dándose la vuelta y quedando frente a él-.
-Si, besos con sabor a fresa -dijo besándola y estrechándola entre sus brazos-.

Att:Shines.

¿Por qué a vuelto tu sonrisa?

Me gusta el ruido de un Skate contra el suelo, ver a los chicos motivándose cuando pasas por delante, su forma de andar arrastrando esas desgastadas Vans, sus gorras y sus camisetas anchas a juego, sus aires de despreocupación, pero sobre todo...ÉL.

Dos años de silencio llevo a mis espaldas, y muchos más me quedan por delante, muchas veces quise decírtelo y cuando estaba a punto de acercarme con la mejor de mis sonrisas, me fallaste, de nada sirvió soñar, y creer en la magia, todo se esfumó a la velocidad de la luz, y en esos momentos, solo quieres apagar la luz, esconderte bajo las sabanas, porque tienes la certeza de que ahí estas a salvo, escuchar tu canción favorita mientras cantas a pleno pulmón con todas tus fuerzas y maldecir el día en el que conociste y te enamoró con esa sonrisa de niño y esos ojos verdes.

Att: Shines.

Oh, mon amour.

Queridas princesas que transitáis el blog de mi amada Shines y su amiga Airplanes, sería muy mal educado por mi parte no presentarme, pero hoy estoy de mal humor, Shines me ha dejado encerrado en casa en una fría y otoñal tarde de sábado, aún así haré un esfuerzo por vosotras mis pequeñas.
Me apodan JT, y así soy conocido por todos, para Shines solo soy su amigo invisible, pero en el fondo la amo...
Amo su sonrisa, sus ojitos claros con enormes pupilas negras, su risa de cerdito, su forma de ver la vida, las ganas y la fuerza que pone en todo, su pasión por la música, amo a esa pequeñaja de no más de metro y medio, es sumamente adorable cuando se ruboriza y tiene una brillante melena rubia que ilumina el día más oscuro.
Bueno, no quiero alargarme mucho más, es tarde y mañana tengo que ayudar a Shines con sus deberes o si no me quedaré sin tarta de arándanos. Daría mi vida por esa chiquitina dulce, amable, simpática, descarada y con ese característico olor a vainilla. LA AMO

Att: JT

Aloha Baby !

Somos dos adolescentes, pero no como tú, no, somos especiales, somos descaradas, egocéntricas -cuando la situación lo requiere-, con dos bonitas sonrisas y una extraña conexión mental.
Iremos publicando nuevas entradas cada día o simplemente cuando nos apetezca, nuestro blog, nuestras reglas.

Os quiere, Shines.